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Recomendaciones consumo de alcohol

RECOMENDACIONES CONSUMO DE ALCOHOL

¿Por qué es importante seguir estos consejos?

Porque le orientarán hacia un consumo de menor riesgo, ya que las bebidas alcohólicas pueden dañar su salud física y mental y poner en riesgo la salud de otros.

  • Es importante que sepa que no hay cantidad mínima de alcohol que esté exenta de riesgo de padecer enfermedades como las cardiovasculares, cáncer, etc., por lo tanto, la recomendación general es no tomar nada de alcohol y si lo hace, “cuanto menos, mejor”.
  • No hay ninguna razón de salud para beber bebidas con alcohol, ni siquiera para reducir el riesgo cardiovascular.
  • Para entender las recomendaciones dadas a continuación, debe saber que una unidad de bebida estándar corresponde aproximadamente con 1/3 de cerveza o sidra (350 ml – 5% de alcohol), 1 vaso de vino (150 ml – 12% de alcohol) o ½ copa de bebida destilada tipo ron, brandy, etc. (45 ml – 40% alcohol).
  • En mujeres, el consumo de bajo riesgo se sitúa entre 0 y 1 bebida estándar al día, sin exceder las 6 a la semana.
  • En hombres, el consumo de bajo riesgo se sitúa entre 0 y 2 bebidas estándar al día, sin exceder las 10 a la semana.
  • Incluya al menos 1-2 días a la semana sin tomar bebidas alcohólicas.
  • No debe animar a beber a otras personas que no toman alcohol.
  • Las bebidas con alcohol están prohibidas para menores de 18 años.

Otras recomendaciones:

  • Si fuma, solicite ayuda en su centro de salud para dejar éste hábito tóxico.
  • Manténgase activo y realice ejercicio física regularmente.
  • Si está embarazada o planea estarlo.
  • Durante la lactancia.
  • Al conducir cualquier vehículo, manejar herramientas o maquinaria.
  • Si toma medicamentos u otras sustancias que interactúan con el alcohol.
  • Al participar en deportes u otras actividades físicas potencialmente peligrosas.
  • Trabajando o cuando deba tomar decisiones importantes.
  • Mientras es responsable del cuidado o supervisión de otras personas.
  • Si sufre una enfermedad física grave, enfermedad mental o dependencia del alcohol.
  • Aprenda a decir no, cuando le ofrezcan una bebida alcohólica.
  • Utilice un vaso más pequeño del que usa habitualmente.
  • Evite tener en casa bebidas de alta graduación.
  • Si toma alcohol en las comidas, no lleve la botella a la mesa, y sírvase solo la cantidad que vaya a tomar.
  • Si bebe cerveza en casa, compre botellas pequeñas.
  • En el bar o restaurante pida el vino por copas y la cerveza en cañas pequeñas. Rechace los chupitos de cortesía o pídalos sin alcohol.
  • Algunas ideas para substituir las bebidas alcohólicas: elija agua preferentemente, aromatizada o no con frutas o hierbas aromáticas frescas, agua con gas, zumo de tomate o frutas, té café u otras infusiones con o sin hielo, café o té con o sin leche, limonada, gaseosa u otra bebida carbonatada sin azúcar, cerveza sin alcohol o 0%, etc.
  • Siga una dieta tipo mediterránea abundante en frutas y verduras, legumbres, frutos secos y derivados integrales de los cereales (pan, arroz, pasta, etc.).
  • Reduzca el consumo de carnes en general y elija pescados y huevos antes que carnes, y en todo caso selecciones aves y carnes muy magras.
  • Use aceite de oliva, como grasa principal, y mejor si es virgen extra.
  • Evite consumir alimentos ultraprocesados tales como embutidos, fiambres, y otros derivados cárnicos como salchichas o hamburguesas, así como aperitivos salados, bollería, comida rápida, refrescos, etc.

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Justificación de las recomendaciones

Las recomendaciones sobre el consumo de alcohol en atención primaria deben estar alineadas con las políticas de salud pública para evitar su consumo en grupos vulnerables y reducir el riesgo asociado a su consumo excesivo.

Objetivo del consejo

  • Reducir el riesgo asociado al excesivo consumo de alcohol.
  • Evitar el inicio en el consumo alcohol.
  • Individualizar el consejo de consumo bajo riesgo.

Racionalización

  • El consumo crónico de alcohol se asocia con un mayor riesgo de cánceres de boca faringe, laringe, esófago, cáncer de mama, colorrectal, estomago, hígado y páncreas. Así mismo, incrementa el riesgo de pancreatitis, hipertensión, enfermedad mental, neumonía, y enfermedades hepáticas.
  • El consumo excesivo de alcohol, particularmente en forma irregular, se asocia con mayor riesgo de enfermedad coronaria, fibrilación auricular e ictus.
  • Aunque el consumo de bajo riesgo de alcohol, en el contexto de un patrón alimentario saludables, se ha asociado con un menor riesgo de cardiopatía isquémica, existen dudas razonables sobre la calidad metodológica de los estudios.
  • El alcohol es una sustancia adictiva que puede ocasionar dependencia en individuos susceptibles.
  • En niños y adolescentes el consumo de alcohol siempre es un riesgo para la salud, destacando las consecuencias cognitivas a largo plazo.
  • El consumo de alcohol durante el embarazo interfiere en el desarrollo fetal siendo la principal causa prevenible de trastornos del desarrollo, abortos o bajo peso al nacer y una amplia gama de discapacidades conocidas como Espectro Alcohólico Fetal.
  • Una UBE contiene 14g de alcohol y corresponde aproximadamente a 1/3 de cerveza o sidra (350 ml – 5% de alcohol), 1 vaso de vino (150 ml – 12% de alcohol), ½ copa bebidas destiladas tipo ron, brandy, etc. (45 ml – 40% alcohol). En 2008 el Ministerio de Sanidad establece la UBE en 10g con un límite semanal para el consumo de bajo de riesgo de 100g de alcohol a la semana para mujeres y 140g para hombres.

Características de las recomendaciones:

  • No existe cantidad mínima de alcohol exenta de riesgo, de ahí que el consejo general deba ser no tomar alcohol y si se consume, trasmitir que “cuanto menos alcohol, mejor”.
  • No hay ninguna razón de salud por la se deba promover el consumo de alcohol en la población, ni siquiera para reducir el riesgo de cardiovascular.
  • El mensaje en personas bebedoras habituales debe ser individualizado con el fin de reducir el consumo a niveles de bajo riesgo.
  • Los grupos en los que el riesgo es máximo son: mujeres embarazadas o que planifican estarlo, polimedicados, niños y adolescentes, personas adictas a otras sustancias y trabajadores que requieran una atención dedicada.
  • En bebedores habituales, informar sobre el riesgo que el consumo de alcohol supone para la salud, así como cuales son las cantidades de bajo riesgo, las unidades de bebida estándar y su correspondencia con las bebidas habituales en nuestro entorno cultural.
  • El consumo de bajo riesgo se establece en 0-1 UBE al día y no más de 6 por semana, para mujeres, y 0-2 UBE al día y no más de 10 por semana, para hombres.
  • Se recomienda que haya algún día de la semana sin tomar bebidas alcohólica.
  • En caso de consumo excesivo de alcohol, recomendar la incorporación a programas de deshabituación.
  • En personas que beben en exceso, podría estar indicado la suplementación diaria con 400 microgramos ácido fólico junto a las recomendaciones de una alimentación saludable.

Referencias bibliográficas

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