• Siga una dieta rica en frutas y verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, moderada en lácteos bajos en grasa, carnes magras, pescados y aceite de oliva, y baja en carnes rojas y derivados y alimentos ultraprocesados ricos en sal, grasa saturadas y/o azúcares.
• Haga de 3 a 5 comidas al día entre las comidas principales y meriendas.
• En la comida y en la cena procure que la mayoría de los días sean comidas completas, es decir, que el plato contenga los siguientes grupos de alimentos;
  • Verduras (crudas, cocidas, en puré etc.), asegurando un cantidad adecuada, por ejemplo, la mitad del plato
  • Alimentos ricos en proteínas (legumbres, pescado, huevos o carnes magras).
  • Cereales integrales como el pan, la pasta y el arroz, y tubérculos como la patata, boniato etc.
  • Asegure la fruta de postre.
• Evite consumir alimentos ultraprocesados tales como embutidos, fiambres, salchichas, aperitivos salados, bollería, galletas, comida rápida, refrescos, etc. Lea las etiquetas, y elija los que tengan menos grasas saturadas, sal y azúcares.
• Las legumbres ya cocidas son una opción cómoda para facilitar su consumo
• Cocine con las técnicas que mejor mantengan el sabor de los alimentos tales como al vapor, salteado, microondas o papillote.
• Cocine para varios días si no le apetece cocinar a diario. Puede congelar durante 30 días o refrigerar durante 4 días la mayoría de los platos.
• Asegure una adecuada hidratación, beba agua preferentemente poco a poco a lo largo del día. Algunas personas pierden la sensación de sed pero no quiere decir que no necesiten beber.

Recomendaciones específicas

• Si tiene problemas para masticar escoja alimentos blandos, jugosos, de fácil masticar y si es necesario triture la comida.
• Consulte con su equipo de atención primaria:
  • -Si al comer o beber tose, se atraganta o rechaza la comida, ya que son señales de una mala deglución que puede aumentar el riesgo de infecciones pulmonares y neumonías.
  • -Si presenta pérdida de peso progresiva involuntaria, si come poco o tiene falta de apetito.

Menú genérico

Ej. Martes

• Mantenerse activo es indispensable para conservar la musculatura, la capacidad funcional, el equilibrio y la masa ósea. Practique ejercicio físico moderado en la medida de sus posibilidades (caminar rápido, nordik walking, bicicleta, nadar…) al menos 30 minutos de 5 a 7 días a la semana. Pida información en su centro de salud sobre las rutas saludables, grupos de paseo y actividades dinamizadas (http://e-alvac.caib.es/es/rutas-rutas.html)
• Si tiene movilidad suficiente, no se quede todo el día en casa. Intente relacionarse con gente del barrio, asista a talleres interactivos y educativos para tener la mente activa, puede consultar en el casal de barrio más próximo a su vivienda.
• Si tiene limitaciones para realizar su actividad del día a día, dígaselo a los profesionales del centro de salud para que los servicios sociales puedan ayudarle. Algunos supermercados y organizaciones de voluntarios, pueden traerle la compra a casa.
• En caso de deficiencias es posible que su médico le paute suplementos de vitaminas, minerales o nutricionales. No obstante, no tome ninguno suplemento nutricional por su cuenta sin antes haberlo consultado con su profesional de referencia en el centro de salud.
• Cuide su salud bucodental.

• Compruebe periódicamente que cumple con la recomendación de consumo de frutas, verduras, pescados, frutos secos, aceite de oliva, etc., y que no consume habitualmente bollería, refrescos, mantequilla, comida rápida, carnes y embutidos, etc.
• Registre su actividad física diaria y muestre el registro a su equipo de atención primaria.
• Controle el peso periódicamente (por ejemplo cada 3 meses)

• Alimentación saludable: http://e-alvac.caib.es/guia.html
• Para valora su nivel de actividad física. https://apps.caib.es/plasalutfront/formularios/ipaq/ipaq.xhtml

(DESCARGAR) INFORMACIÓN PARA PROFESIONALES

Justificación de la terapia dietético-nutricional

En este perfil de adultos mayores, es de suma importancia una alimentación saludable para envejecer con salud. Además, el alto riesgo de este grupo de edad requiere de su cribado para la aplicación de la terapia dietético-nutricional que reduzca las consecuencias en casos de malnutrición.

Objetivo del consejo dietético-nutricional básico dirigido al paciente

• Mejorar la adherencia a un patrón de alimentación saludable.
• Cubrir las necesidades de energía y nutrientes.
• Reducir el riesgo de malnutrición mediante cribado y adecuación nutricional.

Características de la dieta

• Patrón alimentario rico en frutas y verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, moderada en lácteos bajos en grasa, carnes magras, pescados y aceite de oliva, y bajo en carnes rojas y derivados y alimentos ultraprocesados ricos en sal, grasa saturadas y trans y/o azúcares.
• Ingestas frugales y en entornos sosegados.
• Asegura el aporte de nutrientes clave cuyos requerimientos están aumentados o su biodisponibilidad reducida, tales como proteínas de alta calidad biológica, ácidos grasos esenciales, vitaminas B12 y D.
• Aporta líquidos en cantidades adecuadas para reducir el alto riesgo de deshidratación, frecuente en este grupo.
• En caso de disfagia, consultar la hoja informativa DISFAGIA

Tiempo estimado de tratamiento

La intervención dietético-nutricional debe considerarse como parte del patrón alimentario de los pacientes, manteniéndolo a lo largo de toda su vida.

Aspectos de especial atención.

• Usar herramientas validadas para el cribado del estado nutricional tales como el Mini Nutritional Assessment (MNA) o el Malnutrition Universal Screening Tool (MUST), entre otras.
• Usar herramientas validadas para el cribado de la disfagia tales como el EAT-10.
• Por ser pacientes usualmente polimedicados, es importante considerar la interacción fármaco nutriente o fármaco alimento.
• La obesidad/obesidad central es frecuente en este grupo, se recomienda tomar medidas para evitar ganancia ponderal o la reducción leve de peso combinando una alimentación equilibrada y ejercicio según tolerancia.
• En pacientes que viven solos, valorar el riesgo de vulnerabilidad social y económica y derivar si fuera necesario a los servicios sociales para asegurar el acceso a alimentos y preparaciones saludables
• Prescribir ejercicio físico para mantener y potenciar la musculatura y el equilibrio, animar a la práctica regular de ejercicio, al menos 30 min de 5 a 7 días por semana. Para el consejo, consultar las guías de prescripción de ejercicio físico.
• Terapia antitabaco en caso de fumadores.

Referencias bibliográficas

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• F. Muñoz Cobos, M.D. Ortiz Fernández y P. Vega Gutierrez. Valoración nutricional en ancianos frágiles en atención primaria. Aten Primaria. 2005; 35 (9):460-5.
• Gifford KD. Dietary fats, eating guides, and public policy: history, critique, and recommendations. Am J Med. 2002 Dec 30;113(9):89-106.
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