| 1. Seguridad del paciente: al seguir procedimientos estándar, se minimizan los errores y se aumenta la seguridad del paciente. 2. Calidad de la atención: proporciona una atención nutricional más consistente y de alta calidad. 3. Eficiencia: mejora la eficiencia operativa al reducir la variabilidad y aumentar la predictibilidad de los resultados. 4. Formación: facilita la capacitación y el desarrollo continuo de las y los dietistas-nutricionistas al proporcionar directrices claras. 5. Auditoría y mejora continua: permite un seguimiento y evaluación más precisos de los resultados. 6. Reconocimiento profesional: demuestra un firme compromiso con la excelencia y la calidad, lo que es altamente valorado por los profesionales de la medicina. 7. Transparencia y confianza pública: los procesos estandarizados aumentan la confianza pública. 8. Visibilidad mediática y académica: los estándares documentados pueden servir como modelos para estudios. 9. Premios y certificaciones: puede llevar a reconocimientos y certificaciones de prestigio. 10. Atracción de talento: un entorno de trabajo estandarizado y de alta calidad atrae a nuevos talentos. |